1/14/2013

MEDICINA DE FAMILIA “DEL MOCO AL LOCO”

MEDICINA DE FAMILIA “DEL MOCO AL LOCO”


“Que los políticos callen, que los médicos hablen”

“La lógica es el arma de la burocracia culta contra los modos intuitivos y sensoriales de decir y de sentir de las masas menos cultas. El colocar en un templo las leyes científicas, sean newtonianas, darvinianas o maltusianas, refleja una implicación (enfermable o enferma, añado yo ) consciente en el control intelectual y tecnológico de la sociedad

( George Steiner)”



Para curar nada, gastar mucho en “resolución de problemas banales” que por recelo (medicina defensiva) genera gastos enormes como ocurre en Estados Unidos. Por desmotivación, o por ignorancia filosófica de los principios hipocráticos, se tratan éstos problemas banales como casos trascendentes. Esta multitud de problemas banales generados por una demanda desmedida de bienestar que no de salud, estos problemas banales surgidos de la gran ausencia de educación sanitaria, masifican las consultas de atención primaria: cuando en éstas debía primarse la verdadera semiología (manifestaciones objetivas de un estado patológico fácilmente observable) que es el alfa y el omega de la verdadera medicina. Hay – y esto es otro de los pensamientos en que se basa la medicina neohipocrática - una exigencia de una máxima individualización clínica llevada hasta la personalización que previene frente a una aspiración cifrada únicamente en la perfección del diagnóstico o en tratamientos meramente específicos. Hay que luchar “contra el espejismo de creer que sean solo los medios técnicos los que proporcionan por sí calidad acto médico”


Dice Marañón “Se pierde el recto rumbo de la Medicina cuando sus servidores -llámense sistemas fisiológicos o criterios morfológicos o etiológicos, o técnicas de investigación- se convierten de esclavos en tiranos”



Es por lo que el médico en general, también por desgracia a veces nos lo encontramos “medicalizado” o dogmatizado o ejerciendo lleno de miedos con verdadero pavor a las denuncias o las sanciones de la propia administración (su empresa) o represalias de los superiores : ”gestores”, “gerentes” directores...mandos intermedios (todo el mundo quiere un mando, ser director de algo, presidente de algo…)(Si quieres saber quien fulanillo, dale un carguillo…) obligado a hacer estadísticas absurdas (solo creo en las estadísticas que yo hago, dijo Churchill),obligado a llevar el horario de un oficinista, a “fichar” como un delincuente potencial, como un presidiario, como un esclavo. No creo en Framingan. Ni en ningún estudio manejado por la industria farmacéutica.



El panorama está solo para creer en la medicina privada



O en aquella medicina cuyo organigrama sanitario era: Jefe Local de Sanidad-Jefe Provincial de Sanidad



Fuera de ese horario funcionarial, médicos y enfermeros no están integrados en la comunidad donde ejercen. Ya no se es el médico del pueblo, ni el practicante del barrio en que se vive y ejerce. No se es el amigo al que acudir. Se es un simple “proveedor de servicios”.El médico de cabecera como tal, ha muerto. El médico es un “asalariado” del opresor, que ha perdido su dignidad y su libertad. Pero esta libertad la ha perdido en tanto en cuanto vale su salario. Si renuncia a su salario, tal vez recobre la libertad. Es un ser libre.



El médico rural ha muerto. Ese que tan grandes hazañas ha protagonizado.



La creación de numerosos centros de salud, no ha evitado el hospitalocentrismo. Los servicios de “Urgencias” de los hospitales, no me canso de decirlo, se han convertido en meras consultas de lo que debía de ser la Atención Primaria. La desfachatez máxima es haber creado en los mismos hospitales (grandes complejos hospitalarios) la creación de una llamada”consulta de banales”.Una mínima propaganda televisiva borreguil de educación sanitaria, a nivel nacional, retiraría de los grandes hospitales la asistencia a estos procesos triviales. La incultura de la población conlleva a crear “enfermedades” intrascendentes como los “resfriados” o dolamas banales o pseudo gripes que llenan las consultas de urgencias sin tener tratamiento eficaz.



El “usuario” (antes enfermo) quiere ser curado con una rapidez pasmosa, segura y sin el menor coste ni responsabilidad para él; no se implica en nada y tiene muy mal conceptuado el mal llamado “derecho a la salud”.Toda la responsabilidad es para el médico , que es el denunciado No lo es para el sistema. Por eso, los médicos son agredidos. Nunca son agredidos los gestores en sus cómodos despachos donde no se trabaja casi nada. A estos, habría que mandar a los agresores y denunciates.



Para curar nada, se gasta mucho y se emplean medios y recursos en patología banal y nimia…Se confunde la parte con el todo, el síntoma con la enfermedad, el parámetro alterado (colesterol, tensión arterial, hiperglucemia) con el síndrome; el parámetro bajo o “normal”: colesterol (el colesterol, piensa Brea Feijoo sería la causa de todos los males en éste caótico sistema), tensión, glucemia basal…con larga o eterna vida. Hay millones de enfermos con falsas hipertensiones, diabetes e hipercolesterolemia, ha dicho recientemente Juan Gervás. Se identifica alguno de estos parámetros hasta hace menos de un siglo inexistentes, con vida corta o muerte inminente etc.

Pero son las multinacionales las que se logran creando falsedades monumentales para engañar miserablemente a la población con danacol, actimel y otras tantas tontadas entre las que incluyo las llamadas “estatinas”.

Ansiedad de la sociedad. Triste es decirlo, hay mucha mentira en la medicina. Se gasta mucho en “medicina basura” a la vez que se produce una iatrogénica muy importante.

1/13/2013

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1/10/2013

ATENCIÓN PRIMARIA DE SALUD DEL LOCO AL MOCO




ATENCIÓN PRIMARIA DE SALUD: “DEL LOCO, AL MOCO”




No se puede siempre evitar la muerte o curar. Creyendo el mito de que se puede acabar constantemente con el sufrimiento y la enfermedad, retardando cada vez más la muerte, la medicina no ha cumplido sus promesas y la gente sigue muriendo y sufriendo en una sociedad vacía, somatizada, medicalizada, pésimamente informada por los “Sánchez Ocaña” o incluso el “Saber Vivir” de turno. Todo esto genera una demanda insaciable de servicios médicos por parte de individuos tanto más descontentos del sistema, cuanto éste más ofrece .Tal es la dependencia del sistema médico, que se vive en la creencia de que se puede resolver de inmediato cualquier problema clínico que surja desde la cuna hasta la tumba. Todo es urgente. Toda afección banal se magnifica como una urgencia.

Vivimos en una sociedad psiquiatrizada. Un porcentaje amplísimo de la población adulta en España, toma ansiolíticos y otras sustancias psicotrópicas, sin contar el alcohol y tabaco. Vivimos en una sociedad pan hedonista, de pensamiento plano y entontecido con la prensa del corazón, con los programas televisivos tipo “basura”, cuando no “embrutecedores” y programas de información sanitaria que la mayor parte de la gente no digiere por falta de cultura científica .La televisión más que informar , desinforma.
Mas de dos tercios de las consultas de atención primaria que no son de burocracia o de renovación de recetas, son producidas por problemas mentales alterativos o de suficiencia (debilidad mental) o psicológicos –en definitiva- directa o indirectamente .Estos originan multitud de consultas inútiles en los centros de salud y sobre todo en los llamados servicios de urgencia o atención continuada (Mocos,”malas noches”,inquietudes, desazones..) .Estos, no son servicios de urgencia, son “servicios de complacencia”. Se llaman “urgencias” a lo que no son sino problemas banales generados por la angustia, desadaptación, ociosidad y pobreza (de espíritu) y material. El médico ha de pasar de ser complaciente a ser sumiso y a veces rastrero.
El Estado o Sistema está obligado a absorber este monstruoso y caótico aumento de la demanda de salud, a base da gastar billones de pesetas que proceden de los contribuyentes, sin ser capaz de aumentar proporcionalmente la eficacia ni mejorar los parámetros de salud. Parece que solo se limita a ver como se infla la bola del gasto hasta límites insospechados, sin saber como se puede reducir el dispendio.
Gran parte de la población es dependiente de la medicina en su vida cotidiana y previsiones individuales.
El excesivo empleo de diagnóstico tecnológico hace olvidar al médico, la realidad humana del enfermo.
Vivimos en una sociedad llena de miedos y de fobias, vacua de cultura, sin el menor aguante ante la realidad de la enfermación y de la muerte. Obsesionados sus componentes por no morir (“morirse en paz” se ha convertido en un proceso anticuado o suicida), la medicina se apropia del moribundo o del enfermo terminal (con la complacencia y liberación de conciencia de los familiares) y le encarcela en una UVI; le introduce sondas y catéteres para hacerle vivir unas horas o unos días más con la pretensión de que se muera “muy mejorado”; así prolongar a menudo su agonía y sus sufrimientos. Más que curar lo que se consigue así, es prolongar sufrimientos, padecimientos y angustias. El caso contrario es acelerarle la muerte.
O eso que han dado en llamar la “muerte digna”.Concepto de ignorantes que no comprenden que ninguna muerte es digna. Es lo más indigno es morir. Si acaso señores sabios de la muerte sería una vida digna hasta la muerte.. que es SIEMPRE ignominiosa de manera brutal aunque se produzca plácidamente.
Adquirir un cuerpo sano o perfecto denota un afán de consumismo y tecnologías nuevas, potentes medios de diagnóstico y tratamiento que contribuyen sino a enfermar, si a hacerle dependiente de la medicina hasta la muerte.
Se piensa y se difunde que se puede curar hasta lo incurable, en lugar de ir generando una cultura sanitaria serena y madura preocupada por prevenir la enfermedad y mantener responsablemente la propia salud “dispuesta a evitar enfermedades curables y la muerte prematura, pero también a cuidar de los que no pueden curarse y preparada para velar por una muerte en paz”
Ha sido un peligro para los enfermos y un gran perjuicio para los contribuyentes, esta medicina colectivista llamada al fracaso como fracasaron otros sectores económicos en los países del Este.
Esta medicina colectivista por ende, ha abandonado los principios hipocráticos o “cultura sanitaria ancestral” heredada de nuestros antepasados: reposo, espera de la curación, convalecencias, remedios naturales paliativos, emplastos, infusiones, medicación popular….Abandona a un tiempo al enfermo, al que se considera como un generador de costes. Esto “significa la desaparición del principio ético médico en virtud del cual al enfermo se le cuida según sus propias necesidades”.Y así, éste principio se ve sustituido en la actualidad por el “principio veterinario por el que se cuida al animal no solo según sus propias necesidades, sino también para satisfacer los imperativos de su dueño, patrono del veterinario y deudor de los gastos incurridos”(Palafox) .A esto se le llama “calidad de servicios” aunque podría llamarse “Veterinaria para hombres”.Se vierten energías y grandes sumas de dinero, en lugar de educar para la salud para evitar ver las consultas llenas de banalidades sanitarias.
Cuando alguien siente picor, ya no se rasca, sino que va a un servicio de urgencias a que le rasquen (Brea Feijoo)
Ante estas reflexiones cuales la misión de la Medicina?
Curar racionalmente
Puede que los médicos hayamos pasado de ser artistas o científicos a “profesionales” complacientes, “prescriptores” obreros de la salud sumisos y a veces borregos.
Seguimos.


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