3/30/2015

PROPUESTA DE COMUNICACIÓN "LIBRE" AL XVI CONGRESO DE LA SEHM MAYO DE 2014

PROPUESTA DE COMUNICACIÓN "LIBRE" AL XVI CONGRESO DE LA SEHM
MAYO DE 2014
                                        José Antonio García Ramos
                                                  SEHM. Almería
“Medicina y poder eclesiástico en la segunda mitad  del siglo XVIII. La obra hidrológica del médico Antonio  Avellán (1772) y la obra  benéfica del obispo Claudio Sanz y Torres (1704-1779)”


Es indudable que el poder de la iglesia se manifiesta en España durante la segunda mitad del siglo XVIII  de manera compleja en diversos y variados modos. Encuentra  en la sanidad -implementando en ocasiones un complejo sistema de beneficencia que no de caridad - una de sus expresiones más lúcidas.

En contraposición, al menos en la diócesis de Almería, el mero poder político del estamento seglar - por falta de recursos o de intereses- se desentiende de unas labores que le debieron  ser propias, como la nueva construcción, sostenimiento o mejora de edificios destinados a la sanidad... Las instituciones civiles provinciales parce ser que  solo se ocupan de temas preventivos a través de la Junta de Sanidad.

Diferencian en este aspecto la labor eclesiástica de la labor del poder laico, las actuaciones llevadas a cabo por el prelado de Almería Claudio Sanz y Torres (1704-1779) un “obispo Ilustrado” que  durante su pontificado, impulsó una labor reformista  mediante  el fomento de numerosas obras sociales, en una etapa de recuperación económica y demográfica de una diócesis donde a la par del  ambicioso programa edificatorio de la Iglesia local, se  exigía la trasformación de la economía para la atención de sus obligaciones con mayor eficacia. La iglesia de Almería desarrolló una extensa labor asistencial, con la construcción y sostenimiento de hospitales, hospicios, casas de de expósitos y baños medicinales. Eran obras todas, que  rebasaban ampliamente el campo religioso.

Nuestra comunicación pretende dar a conocer  la vida y la obra del Médico de  Baños  en Sierra Alhamilla, Antonio Avellán, cuya  obra hidrológica  manuscrita  que  se creía perdida: [Noticia de la fuente de aguas termales de Alhamilla, por Antonio Abellán. Almería, 5-IV-1772,   resulta ser el primer texto escrito  de la que tenemos constancia material como libro de medicina en Almería desde la época hispanomusulmana. La obra de Avellán es  el fruto de la experiencia que  el autor adquiere como médico de Baños y  en cierto paralelo trata de establecer un punto de encuentro donde demostrar las relaciones entre la medicina y el poder económico- eclesiástico durante las últimas décadas del siglo XVIII en una provincia española de las más pobres Esta  obra hidrológica  se contextualiza dentro del ámbito histórico  del obispado de un prelado  reformador:  Sanz y Torres, quien   tuvo la  voluntad de extender y dignificar la red de edificios religiosos y otras obras  a la vieja usanza, como la de los baños de Sierra Alhamilla  El médico Avellán a raíz de escribir  su disertación sobre las aguas de dicho balneario-  auspició y estimuló   al obispo a llevar a cabo una de las obras sanitarias mas significativas del momento: la restauración monumental de  los baños medicinales más importantes de la provincia.

AUTOR: JOSÉ ANTONIO GARCÍA RAMOS. C/ANDALUCÍA,9-04800, ALBOX(ALMERÍA)



3/12/2015

SURESTE ARGÁRICO

 SURESTE ARGÁRICO
(La Voz De Almería,15 de diciembre de 2007)

José Antonio García Ramos
Médico

Una de las sociedades más importantes del la antigüedad del Mediterráneo Occidental, tuvo sus inicios en el Sureste de la Península Ibérica y más concretamente en los ríos Antas y Almanzora.http://albox.mforos.com/1042762/5174312-proponen-que-la-cultura-argarica-sea-bien-del-patrimonio-de-la-humanidad/ Durante su existencia, a lo largo del segundo milenio a.C., ésta cultura, que ejerció un impacto asombroso en el resto de las culturas peninsulares, es deudora de ser objeto de estudio y sobre todo de conservación. Hemos de cuidarla para como proponen algunos ayuntamientos pueda ser declarada Patrimonio de la Humanidad. Se trata de la Cultura Argárica. O de la “civilización argariense” que diría Siret. En este mundo tienen cabida rasgos generales de prosperidad que constituyen signos de civilización: avances técnicos y económicos: agricultura, ganadería, metalurgia, artesanía y desarrollo de un poblamiento del territorio planificado. De entre todas las facetas de esta inconmensurable cultura, podría elegirse cierto intento de investigar las conductas para prevenir la muerte y fomentar la salud en evitación de la enfermedad. Y a través de los enterramientos y hallazgos arqueológicos (material inagotable para conocer la vida de esta cultura) intentarse conocer los valores espirituales de su idiosincrasia mediterránea. Tras este análisis podríamos colegir que pudo haber una “Medicina Argárica” hipotéticamente definida como: “la forma necesaria que tuvieron el hombre y la mujer argáricos de enfrentarse a la enfermedad y a la muerte, mediante la imbricación entre el empleo de una sabiduría ancestral y empírica que surge con el uso de los materiales de subsistencia , con otra sabiduría mágica y reciente que procede de los ritos de la muerte. Esta forma empírico-creencial de medicina,, persiste (sin lugar a dudas) en el importante sustrato material y porque no: espiritual (en definitiva cultural) de la Medicina Popular de Almería, que se mueve aún por algunos parámetros de conducta muy similares a los de entonces.