12/29/2011

TORVO FRAILE-7



 TORVO FRAILE-7
                                      



 INTROITO

Esta breve antología está dedicada  solo a aquellos pocos  que entiendan lo de "Torvo Fraile"...su sentido trascendente, su importancia. Las aspiraciones a la vida dedicada a la búsqueda de la Verdad. Al asiduo estudio de la verdad divina por “esas mentes encanecidas sobre las mesas de estudio de las vetustas bibliotecas”.
Por eso la edición tan limitada de solo 10 ejemplares.

En una sociedad decadente y afeminada, estas páginas sublimes de la literatura de todos los tiempos pueden sonar muy fuerte y hacernos pensar en detenernos ante la vertiginosa bazofia que llena a la sociedad  postindustrial.  Y al hombre hacia la autodestrucción.

Destinado solo a los que entiendan de huertos sagrados donde cultivar sueños de viñas monacales que produzcan dulcísimos vinos y néctares  divinos de mil sabores que al beberlos, sus vapores exalten estados de beatitud y realización mística del espíritu.

Uno de los poemas seleccionados es éste de

 
LEOPOLDO MARIA PANERO
          ( MADRID, 1948.....).

        Poeta maldito y marginal.
"representa en único tabú de su generación
 y la más auténtica marginalidad de la poesía española"


                   ORA ET LABORA, I

  Señor, largo tiempo llevo tus restos en el cuello

                                                          y aún
mi boca sola, y me arrodillo ante las tardes
y en el rezo me evaporo,
como si fuera mi casa la ceniza.

                                      Es

como si no existo, como si el rezo
pidiera a los dioses la limosna de mi nombre
ante la tarde entera        .
Nunca supe lo que el cielo era:
quizá la tarde, tal vez
amar más que ninguno
a mi madre, la ceniza.
                             ¿Oh espía!
De mí aparta tu ojo, hice un voto
haz secreta mi muerte.















12/28/2011

REFRANERILLO ALMERIENSE :reseña publicada en REVISTA VELEZANA Nº 25. 2006



REFRANERILLO ALMERIENSE:
Reseña publicada en REVISTA VELEZANA Nº 25. 2006

Nuestro colaborador en Revista Velezana, el médico albojense José Antonio García Ramos, publicó el pasado año el libro titulado Refranerillo almeriense. El refranerillo almeriense como literatura
Popular, con prólogo de Víctor Azagra Murillo y epílogo de José Antonio Sáez Fernández; en “Ensayo”, una de las colecciones del grupo Batarro (Albox-Huércal Overa), que tan extraordinaria labor está
llevando a cabo respecto de la creación y divulgación literaria dentro y fuera de Almería.
García Ramos recopila una ingente cantidad de refranes oídos y anotados por todo el territorio almeriense, agrupados y presentados de forma temática (climatología, flora, fauna, agricultura, alimentación, ciclo vital, conducta humana, relaciones entre familia, parentesco o vecindad, economía popular, creencias y supersticiones, salud y enfermedad, cuerpo humano, etc.). Aunque la obra recoge
pocos refranes de la Comarca, la mayoría de los seleccionados, con más o menos, variantes, se utilizan corrientemente en los Vélez.
Del sugerente e interesante epílogo que escribe el poeta José Antonio Sáez Fernández, entresacamos los siguientes frases:“Los refranes, sentencias, dichos y proverbios son considerados por los especialistas como pertenecientes a un mismo ámbito de la cultura popular...Este libro representa una especie de legado cultural y antropológico de las generaciones pretéritas almerienses a la actuales y futuras, como testimonio de un mundo y de unos valores a punto de extinguirse en gran medida; si no ya prácticamente extinguidos .La intuición y la sabiduría popular no conocen limites a la hora de expresar, a veces con ironía, ingenio y fino humor, a veces con gravedad y severidad, tanto lo que dicta el sentido común como la religiosidad o la fatalidad. Una experiencia adquirida y trasmitida anónimamente, de generación en generación, que refleja todo un mundo de valores y creencias asumidas por la colectividad. Sorprende
la viveza, la agudeza y el ingenio de estos dichos populares donde la naturalidad y el artificio se dan la mano. Constituyen así una valiosa contribución para el estudio y enriquecimiento del idioma, forjado en el devenir de los siglos por el uso y desgaste de las palabras en boca de gentes del pueblo: campesinos, arrieros, pastores, agricultores, jornaleros, herreros, venteros y comerciantes, mujeres en la casa y en la
calle, todos contribuyen y contribuyeron a la forja de un idioma que nos va en la sangre. Lengua del pueblo, pues, la de estos dichos de su propiedad, pero a la que no son ajenos los recursos propios de la
lengua literaria y, por tanto, culta.
Los refranes forman parte del patrimonio cultural de una comunidad y han venido constituyendo un método de pedagogía popular como trasmisores del saber acumulado por esa misma comunidad. Representan así un método de enseñanza y aprendizaje en relación con todos los órdenes de la vida, aunque en la actualidad hayan perdido gran parte de su eficacia y de su crédito social, cediendo terreno a otros medios de comunicación.
En los refranes viene a manifestarse una de la fórmulas más genuinas de la identidad de un pueblo, y ello cuando hablamos desde un tiempo en que esas señas de identidad van desdibujándose a pasos agigantados, absorbidas y anuladas por una sociedad global a la que parecemos inexorablemente abocados y auspiciada por los medios de comunicación de masas, intereses políticos y económicos que escapan, a menudo, hasta al control de los gobiernos”.

12/27/2011

MEDICAMENTAZO 2011

MEDICAMENTAZO 2011

Lo que no se ha dicho del dispendio farmacéutico:
En la medicina española se emplea mucha farmacología inútil no menos innecesaria, como  poco indicada. Se emplea mucha medicación por causa de ejercerse a veces  una medicina superficial, regida por  la prisa o por la desidia. Hay que tener en cuenta la poca o nula correspondiente relación científica entre muchos o la mayoría de los fármacos que se emplean en las consultas y el proceso patológico que tiene el paciente. Los antibióticos, valgan como ejemplo de otros muchos disparates médicos, en el ochenta o noventa por ciento de los casos no están científicamente indicados para una enfermedad bacteriana demostrada y sin embargo se prescriben alegremente y muchas veces en automedicación, que luego se intenta “pasar” por la Seguridad Social.
 Son empleados los antibióticos y antibacterianos  en procesos febriles o febrículas de origen vírico o indeterminado, en faringitis leves, en resfriados comunes, en dosis insuficientes y en un tiempo irracional. Se emplean para procesos banales que no debían de ocupar las consultas de atención primaria. Se toma al día en España más de una tonelada de antibióticos a cargo de la Seguridad Social que cuestan  millones de euros diarios (supera en mucho, todos los sueldos de todos los médicos de España en un día). “La cobertura bacilar y vírica, que constituye un riesgo pero al mismo tiempo una protección para el organismo, con la que funcionó hasta entonces, sufre una alteración por la intervención terapéutica y queda sujeta a ataques contra los que el organismo estaba protegido”(Focault).
Pero esto no solo ocurre con  los antibióticos. En los servicios de urgencias de primaria a donde el médico, generalmente, también ante procesos banales que sospechan infección, siempre  y salvo raras excepciones, suelta del botiquín de urgencia, un antibiótico junto al analgésico-antitérmico de turno con su "protector".Son dos o tres cápsulas o sobres, de ese  antibiótico que más resistencias ha creado. El médico actúa sin saber el origen vírico o bacteriano o de otro tipo, que tiene el proceso febril o la simple inflamación.
Se derrochan grandes cantidades de capital en estos “servicios de salud” donde “producción y consumo” son inseparables, frente a la “metódica consideración del diagnóstico y tratamiento del enfermo conforme a su condición de persona y no solo donde el punto de vista de su reducción a mero organismo”(Laín Entralgo).El enfermo es considerado por la medicina pública española, como un mero “cliente”(antes paciente: del griego patior : sufrimiento) afecto de un “problema de salud”(antes enfermedad) que hay que resolver en una “entrevista”(antes consulta) en la que la mayoría de las veces se olvida aplicar el arte médico y el humanismo en el trato o una correcta y pausada anamnesis y exploración física antes de recetar.Esto no se puede hacer en consultas de tres minutos.
¿Cómo es posible que solo en Andalucía se gasten 4.000.000 de envases unidades de omeprazol? molécula investigada para úlcera de estómago solamente?

LA SOLUCIÓN AQUÍ

gasto farmacéutico



12/24/2011

MIS LIBROS:Sémiologie des affections du système nerveux. DEJERINE (J.).





 MIS LIBROS




Sémiologie des affections du système nerveux.
DEJERINE (J.).
 París, Masson & Cie, 1914., 1914. Tapa dura. Estado de Conservación: Muy bueno. Primera Edición. Con en 8, XXVI, pp 1212., 3 tablas grandes . h.t., 560 fig. en la división de texto de tela, en la parte superior e inferior de las bisagras, muy buen estado. Primera edición de esta obra clásica, que fue el tema de ¿¿una segunda edición en 1926, y ¿que se repita en 1977. ¿Trabajo que  había aparecido en una forma simplificada en el Tratado de Patología General (Volumen 5) publicado por C. Bouchard. Tiene una bella iconografía, con numerosas reproducciones fotográficas y figuras en color. Joseph Jules Dejerine (1849-1917), quien fue el alumno  de Vulpian y se convirtió en profesor clínico de las enfermedades del sistema nervioso a la Salpetriere. Fue uno de los neurólogos franceses más eminentes de su época.
DEJERINE 

12/23/2011

MEMENTO HÓMINE (poema del Ausente) (Uno de los poemas mas bellos de la lengua castellana)

MEMENTO HÓMINE (poema del Ausente)
(Uno de los poemas mas bellos de la lengua castellana)


A los pueblos no los han movido nunca más que los poetas, y ¡ay del que no sepa levantar, frente a la poesía que destruye, la poesía que promete!

POEMA DEL AUSENTE

Nada de un párrafo de gracias.
      Escuetamente, gracias como corresponde
al laconismo militar de nuestro estilo.

Cuando, en marzo de 1762, un hombre nefasto,
que se llamaba Juan Jacobo Rousseau,
publicó El contrato social,
Dejó de ser la verdad política una entidad permanente.

Antes, en otras épocas más profundas,
Los Estados
Que eran ejecutores de misiones históricas
Tenían inscritas sobre sus frentes  y aun sobre los astros
La justicia y la verdad.
Juan Jacobo Rousseau vino a decirnos que la justicia y la verdad no eran categorías permanentes de razón
Sino que eran, en cada instante
Decisiones de voluntad.

Juan Jacobo Rousseau suponía
Que el conjunto de los que vivimos en un pueblo
Tiene un alma superior
De jerarquía diferente a cada una de nuestras almas
Y que ese yo superior está dotado de una voluntad infalible
 Capaz de definir en cada instante lo justo y lo injusto
 El bien y el mal.
 Y como esa voluntad colectiva
 Esa voluntad soberana,
 sólo se expresa por medio del sufragio
 conjetura de los más que triunfa sobre la de los menos
 en la adivinación de la voluntad superior,
 venía a resultar que el plebiscito
 esa ficción de las papeletas entradas en una urna de cristal
tenía la virtud de decirnos en cada instante
si Dios existía o no existía
si la verdad era la verdad o no era la verdad,
si la Patria debía permanecer o si era mejor que en un momento,
se suicidase.

Como el Estado liberal fue un servidor de esa doctrina,
vino a constituirse no ya en el ejecutor resuelto
de los destinos nacionales
 sino en el espectador de las luchas electorales.
Para el Estado liberal sólo era lo importante
las mesas de votación donde  hubiera sentado
un número de individuos
 que las elecciones empezaran a las nueve  y acabaran a las ocho
 que no se rompieran las urnas.
 Cuando el ser rotas es el más noble destino de todas las urnas.

Después, a respetar tranquilamente
 lo que de las urnas saliera
 como si a él no le importase nada.
 los gobernantes liberales no creían ni siquiera en su misión propia;
 no creían que ellos mismos estuviesen allí cumpliendo un respetable deber,
todo el que pensara lo contrario y se propusiera asaltar el Estado
por las buenas o por las malas,
 tenía igual derecho a decirlo y a intentarlo que los,
guardianes del Estado mismo a defenderlo.
 el sistema democrático,
 es
el más ruinoso sistema de derroche de energías.

 Un hombre dotado para la altísima función de gobernar,
 que es tal vez la más noble de las funciones humanas,
tiene que dedicar el ochenta, el noventa o el noventa y cinco por ciento de su energía a sustanciar reclamaciones formularias
 a hacer propaganda electoral, a dormitar
en los escaños del Congreso,
 a adular a los electores,
 a aguantar sus impertinencias, porque de los electores va a recibir el Poder;
a soportar humillaciones y vejámenes de los que, precisamente por la función cuasi divina de gobernar, estaban llamados a obedecerle;
y si, después de todo eso, le quedaba un sobrante de algunas horas
 en la madrugada,
o de algunos minutos robados a un descanso intranquilo,
en ese mínimo sobrante es cuando el hombre dotado para gobernar
podía pensar seriamente en las funciones sustantivas de Gobierno.

Vino después la pérdida de la unidad espiritual de los pueblos,
 porque como el sistema funcionaba sobre el logro de las mayorías
 todo aquel que aspiraba a ganar el sistema, tenía que procurarse la mayoría de los sufragios.
Y tenía que procurárselos robándolos, si era preciso, a los otros partidos,
y para ello no tenía que vacilar en calumniarlos, en verter sobre ellos las peores injurias, en faltar deliberadamente a la verdad, en no desperdiciar un solo resorte de mentira y de envilecimiento.
 Y así, siendo la fraternidad uno de los postulados que el Estado liberal nos mostraba en su frontispicio, no hubo nunca situación de vida colectiva donde los hombres injuriados, enemigos unos de otros, se sintieran menos hermanos que en la vida turbulenta y desagradable del Estado liberal.


El Estado liberal vino a depararnos la esclavitud económica,
porque a los obreros, con trágico sarcasmo,
 se les decía:
 «Sois libres de trabajar lo que queráis; nadie puede compeleros a que aceptéis unas u otras condiciones;
ahora bien:
como nosotros somos los ricos, os ofrecemos las condiciones que nos parecen; vosotros, ciudadanos libres,
 si no queréis, no estáis obligados a aceptarlas;
 pero vosotros, ciudadanos pobres, si no aceptáis las condiciones
que nosotros os impongamos, moriréis de hambre, rodeados de la máxima dignidad liberal».
Y así veríais cómo en los países
 donde se ha llegado a tener Parlamentos más brillantes e instituciones democráticas más finas, no teníais más que separamos
 unos cientos de metros de los barrios lujosos para encontramos con tugurios infectos donde vivían hacinados los obreros y sus familias,
 en un límite de decoro casi infrahumano.
Y os encontraríais trabajadores de los campos que de sol a sol
se doblaban sobre la tierra,
 abrasadas las costillas
 y que ganaban en todo el año
 gracias al libre juego de la economía liberal, algunos míseros jornales .

Por eso tuvo que nacer, y fue justo su nacimiento
(nosotros no recatamos ninguna verdad), el socialismo.
Los obreros tuvieron que defenderse contra aquel sistema, que sólo les daba promesas de derechos, pero no se cuidaba de proporcionarles una vida justa.

Ahora, que el socialismo, que fue una reacción legítima
contra aquella esclavitud liberal
 vino a descarriarse,
 porque dio, primero, en la interpretación materialista
de la vida y de la Historia;
segundo, en un sentido de represalia;
tercero, en una proclamación del dogma de la lucha de clases.

El socialismo, sobre todo
el socialismo que construyeron, impasibles en la frialdad de sus gabinetes,
 los apóstoles socialistas,
en quienes creen los  obreros.
El socialismo así entendido, no ve en la Historia sino un juego de resortes económicos: lo espiritual se suprime;
la Religión es un opio del pueblo; la Patria es un mito para explotar a los desgraciados. Todo eso expresa el socialismo.
 No hay más que producción, organización económica.
Así es que los obreros tienen que estrujar bien sus almas para que no quede dentro de ellas la menor gota de espiritualidad.

No aspira el socialismo a restablecer una justicia social rota por el mal funcionamiento de los Estados liberales
 sino que aspira a la represalia
 aspira a llegar en la injusticia a tantos límites
más allá cuantos más acá llegaran en la injusticia los sistemas miserables.

Por último, el marxismo proclama el dogma monstruoso de la lucha de clases; proclama el dogma de que las luchas entre las clases
son indispensables,
y se producen naturalmente en la vida, porque no puede haber nunca nada que las aplaque.
Y el socialismo, que vino a ser una crítica justa del liberalismo económico, nos trajo, por otro camino, lo mismo que el liberalismo económico: la disgregación, el odio, la separación,
el olvido de todo vínculo de hermandad
 y de solidaridad entre los hombres.

Así resulta que cuando nosotros, los hombres de nuestra generación,
abrimos los ojos,
nos encontramos con un mundo en ruina moral,
un mundo escindido en toda suerte de diferencias;
 y por lo que nos toca de cerca,
nos encontramos en una España en ruina moral,
 una España dividida por todos los odios y por todas las pugnas.
Y así, nosotros tenemos que llorar en el fondo de nuestra
alma cuando recorremos los pueblos de esa España maravillosa,
esos pueblos en donde todavía, bajo la capa más humilde,
se descubren gentes dotadas de una elegancia rústica
que no tienen un gesto excesivo ni una palabra ociosa,
gentes que viven sobre una tierra seca en apariencia,
con sequedad exterior, pero que nos asombra
 con la fecundidad que estalla en el triunfo de los pámpanos y los trigos.
 Cuando recorremos esas tierras y veíamos esas gentes,
 y las sabíamos torturadas por pequeños caciques,
olvidadas por todos los grupos, divididas, envenenadas por predicaciones tortuosas,
teníamos que pensar de todo ese pueblo
----------------------------------------------------------
Eso vinimos a encontrar nosotros en el movimiento que empieza :

Este movimiento (…), que no es de partido, sino que es un movimiento, casi podríamos decir un antipartido,
sépase desde ahora, no es de derechas ni de izquierdas.
 Porque en el fondo, la derecha es la aspiración a mantener una organización económica, aunque sea injusta,
 y la izquierda es, en el fondo,
el deseo de subvertir una organización económica, aunque al subvertiría
se arrastren muchas cosas buenas.
Luego, esto se decora en unos y otros con una serie de consideraciones espirituales.
 Sepan todos los que nos escuchan de buena fe que estas consideraciones espirituales caben todas en nuestro movimiento; pero que nuestro movimiento por nada atará sus destinos al interés de grupo o al interés de clase que anida bajo la división superficial de derechas e izquierdas.

La Patria es una unidad total,
en que se integran todos los individuos y todas las clases;
la Patria no puede estar en manos de la clase más fuerte ni del partido mejor organizado.
 La Patria es una síntesis trascendente, una síntesis indivisible,
 con fines propios que cumplir; y nosotros lo que queremos es que el movimiento   de este día,
y el Estado que cree, sea el instrumento eficaz, autoritario, al servicio de una unidad indiscutible, de esa unidad permanente, de esa unidad irrevocable que se llama Patria.

»Y con eso ya tenemos todo el motor de nuestros actos futuros
 y de nuestra conducta presente, porque nosotros seríamos un partido más si viniéramos a enunciar un programa de soluciones concretas.
 Tales programas tienen la ventaja de que nunca se cumplen. En cambio, cuando se tiene un sentido permanente ante la Historia y ante la vida, ese propio sentido
nos da las soluciones ante lo concreto,
como el amor nos dice en qué caso debemos reñir
y en qué caso nos debemos abrazar, sin que un verdadero amor tenga hecho un mínimo programa de abrazos y de riñas.

»He aquí lo que exige nuestro sentido total de la Patria y del Estado que ha de servirla.

»Que todos los pueblos de España, por diversos que sean, se sientan armonizados en una irrevocable unidad de destino.

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 Nadie ha nacido nunca miembro de un partido político;en cambio, nacemos todos miembros de una familia; somos todos vecinos de un Municipio;
 nos afanamos todos en el ejercicio de un trabajo.
 Pues si ésas son nuestras unidades naturales,
 si la familia y el Municipio y la corporación
es en lo que de veras vivimos,
 ¿para qué necesitamos el instrumento intermediario y pernicioso de los partidos políticos,
que, para unimos en grupos artificiales, empiezan por desunimos en nuestras realidades auténticas?

»Queremos menos palabrería liberal y
 más respeto a la libertad profunda del hombre.
Porque sólo se respeta la libertad del hombre
cuando se le estima, como nosotros le estimamos,
portador de valores eternos; cuando se le estima
 envoltura corporal de un alma
Sólo cuando al hombre se le considera así, se puede decir que se respeta de veras su libertad,
 y más todavía si esa libertad se conjuga, como nosotros pretendemos, en un sistema de autoridad, de jerarquía y de orden.

»Queremos que todos se sientan miembros
 de una comunidad seria y completa; es decir,
que las funciones a realizar son muchas: unos,
con el trabajo manual; otros, con el trabajo del espíritu;
algunos, con un magisterio de costumbres y refinamientos.
Pero que en una comunidad tal como la que nosotros apetecernos,
sépase desde ahora, no debe haber convidados ni debe haber zánganos.

»Queremos que no se canten derechos individuales
de los que no pueden cumplirse nunca en casa de los famélicos,
sino que se dé a todo hombre, a todo miembro de la comunidad política,
por el hecho de serio, la manera de ganarse con su trabajo
 una vida humana, justa y digna.

»Queremos que el espíritu religioso,
clave de los mejores arcos de nuestra Historia, sea respetado
 y amparado como merece, sin que por eso
el Estado se inmiscuya en funciones que no le son propias
ni comparta como lo hacía, tal vez por otros intereses que los de la verdadera Religión funciones que sí le corresponde realizar por sí mismo.

»Queremos que España recobre resueltamente
el sentido universal de su cultura y de su Historia.
 si esto ha de lograrse en algún caso por la violencia,
no nos detengamos ante la violencia.
Porque, ¿quién ha dicho al hablar de "todo menos la violencia" que la suprema jerarquía de los valores morales reside en la amabilidad?
 ¿Quién ha dicho que cuando insultan nuestros sentimientos, antes que reaccionar como hombres, estamos obligados a ser amables? Bien está, sí, la dialéctica o la educación o “lo políticamente correcto” como primer instrumento de comunicación.
Pero no hay más dialéctica admisible que la
dialéctica de los puños y de las pistolas cuando se ofende a la justicia o a la Patria.

»Esto es lo que pensamos nosotros del Estado futuro
que hemos de afanamos en edificar.

»Pero nuestro movimiento no estaría del todo entendido si se creyera
que es una manera de pensar tan sólo; no es una manera de pensar:
es una manera de ser. No debemos proponemos sólo la construcción, la arquitectura política. Tenemos que adoptar, ante la vida entera, en cada uno de nuestros actos, una actitud humana, profunda y completa.
 Esta actitud es el espíritu de servicio y de sacrificio,
el sentido ascético y militar de la vida.
 Así, pues, no imagine nadie que aquí se recluta para ofrecer prebendas;
no imagine nadie que aquí nos reunimos para defender privilegios.
Yo quisiera que este micrófono que tengo delante
llevara mi voz hasta los últimos rincones de los hogares obreros,
para decirles: ----
venimos a luchar porque a muchos de nuestras clases se les impongan sacrificios duros y justos, y venimos a luchar por que un Estado totalitario alcance con sus bienes lo mismo a los poderosos que a los humildes.
 --------------

»Yo creo que está alzada la bandera
 Ahora vamos a defenderla alegremente, poéticamente.
Porque hay algunos que frente a la marcha de la revolución
creen que para aunar voluntades conviene ofrecer las soluciones más tibias; creen que se debe ocultar en la propaganda todo lo que pueda despertar una emoción o señalar una actitud enérgica y extrema. ¡Qué equivocación!
A los pueblos no los han movido nunca más que los poetas, y ¡ay del que no sepa levantar, frente a la poesía que destruye, la poesía que promete!

»En un movimiento poético, nosotros levantaremos
este fervoroso afán de España;
nosotros nos sacrificaremos; nosotros renunciaremos,
y de nosotros será el triunfo, triunfo que ¿para qué os lo voy a decir? no vamos a lograr en las elecciones próximas. En estas elecciones votad lo que os parezca menos malo. Pero no saldrá de ahí vuestra España,
 ni está ahí nuestro marco.
 Esa es una atmósfera turbia, ya cansada, como de taberna al final de una noche crapulosa. No está ahí nuestro sitio.
 Yo creo, sí, que soy candidato; pero lo soy sin fe y sin respeto. Y esto lo digo ahora, cuando ello puede hacer que se me retraigan todos los votos.
No me importa nada. Nosotros no vamos a ir a disputar a los habituales los restos desabridos de un banquete sucio.

 Nuestro sitio está fuera, aunque tal vez transitemos, de paso, por el otro. Nuestro sitio está al aire libre, bajo la noche clara, arma al brazo, y en lo alto, las estrellas, Que sigan los demás con sus festines. Nosotros fuera, en vigilancia tensa, fervorosa y segura, ya presentimos el amanecer en la alegría de nuestras entrañas.»

ANTES PUEDE LEERSE ESTOYO SI ESTUVE ALLÍl

12/21/2011

¿ES LA ATENCIÓN PRIMARIA EN ESPAÑA UNA “MEDICINA BASURA”?


¿ES LA  ATENCIÓN PRIMARIA EN ESPAÑA  UNA   “MEDICINA BASURA”?  

ANTES LÉASE ÉSTO  :
 CONSEJOS DE ESCULAPIO


"El fundamento de la medicina antropológica es el tiempo, la parsimonia. Esto ha desaparecido. La medicina socializada de hoy, forzando a los médicos a consagrar pocos minutos  a cada enfermo, no escamotea la realidad más interesante y más profunda de la clínica

12/14/2011

RUIZ TOLEDO Diego (Siglo XIX)


RUIZ TOLEDO Diego (Siglo XIX)
 Médico –cirujano dedicado a la especialidad de dentista que ejerce en Almería hacia 1889.
 La Crónica 2-3-1889

steropleurus andalusius levantinus.Sierra Cabrera


steropleurus andalusius levantinus.Sierra Cabrera

Es considerado un endemismo del sur peninsular, encontrandose entre Almeria, Murcia y Valencia, aunque tambien se da en Canarias y Marruecoss. Su coloracion va de verde a castaño, este ortoptero se le puede ver casi siempre sobre arbustos
En este caso los fotagrafié sobre heces de zorro que engullian con fruición