REFRANERILLO ALMERIENSE:
Reseña publicada en REVISTA VELEZANA Nº 25.
2006
Nuestro colaborador en Revista Velezana, el
médico albojense José Antonio García Ramos, publicó el pasado año el libro
titulado Refranerillo almeriense. El refranerillo almeriense como
literatura
Popular, con prólogo de Víctor Azagra Murillo
y epílogo de José Antonio Sáez Fernández; en “Ensayo”, una de las colecciones del
grupo Batarro (Albox-Huércal Overa), que tan extraordinaria labor está
llevando a cabo respecto de la creación y divulgación literaria
dentro y fuera de Almería.
García Ramos recopila una ingente cantidad de refranes oídos y
anotados por todo el territorio almeriense, agrupados y presentados de forma
temática (climatología, flora, fauna, agricultura, alimentación, ciclo vital,
conducta humana, relaciones entre familia, parentesco o vecindad, economía
popular, creencias y supersticiones, salud y enfermedad, cuerpo humano, etc.).
Aunque la obra recoge
pocos refranes de la
Comarca, la mayoría de los seleccionados, con más o menos, variantes,
se utilizan corrientemente en los Vélez.
Del sugerente e interesante epílogo que escribe el poeta José
Antonio Sáez Fernández, entresacamos los siguientes frases:“Los refranes, sentencias, dichos y proverbios son considerados
por los especialistas como pertenecientes a un mismo ámbito de la cultura
popular...Este libro representa una especie de legado cultural y antropológico
de las generaciones pretéritas almerienses a la actuales y futuras, como
testimonio de un mundo y de unos valores a punto de extinguirse en gran medida;
si no ya prácticamente extinguidos .La intuición y la sabiduría popular no
conocen limites a la hora de expresar, a veces con ironía, ingenio y fino
humor, a veces con gravedad y severidad, tanto lo que dicta el sentido común
como la religiosidad o la fatalidad. Una experiencia adquirida y trasmitida
anónimamente, de generación en generación, que refleja todo un mundo de valores y
creencias asumidas por la colectividad. Sorprende
la viveza, la agudeza y el ingenio de estos dichos populares donde
la naturalidad y el artificio se dan la mano. Constituyen así una valiosa
contribución para el estudio y enriquecimiento del idioma, forjado en el devenir
de los siglos por el uso y desgaste de las palabras en boca de gentes del pueblo:
campesinos, arrieros, pastores, agricultores, jornaleros, herreros, venteros y
comerciantes, mujeres en la casa y en la
calle, todos contribuyen y contribuyeron a la forja de un idioma
que nos va en la sangre. Lengua del pueblo, pues, la de estos dichos de su
propiedad, pero a la que no son ajenos los recursos propios de la
lengua literaria y, por tanto, culta.
Los refranes forman parte del patrimonio cultural de una comunidad
y han venido constituyendo un método de pedagogía popular como trasmisores del
saber acumulado por esa misma comunidad. Representan así un método de enseñanza
y aprendizaje en relación con todos los órdenes de la vida, aunque en la
actualidad hayan perdido gran parte de su eficacia y de su crédito social, cediendo
terreno a otros medios de comunicación.
En los refranes viene a manifestarse una de la fórmulas más
genuinas de la identidad de un pueblo, y ello cuando hablamos desde un tiempo
en que esas señas de identidad van desdibujándose a pasos agigantados,
absorbidas y anuladas por una sociedad global a la que parecemos
inexorablemente abocados y auspiciada por los medios de comunicación de masas,
intereses políticos y económicos que escapan, a menudo, hasta al control de los
gobiernos”.
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