3/15/2016

LA BIBLIOTECA DE AVELLANEDA (CONTINUACIÓN) LA CURA MORAL DE LA LOCURA EN EL QUIJOTE DE AVELLANEDA. TERAPEUTICA CATARTICA DE SU BIBLIOTECA RELIGIOSA SOBRE LA ENFERMEDAD MENTAL DE DON QUIJOTE




LA BIBLIOTECA DE AVELLANEDA (CONTINUACIÓN)
LA CURA MORAL DE LA LOCURA EN EL QUIJOTE DE AVELLANEDA. TERAPEUTICA CATARTICA DE SU BIBLIOTECA RELIGIOSA SOBRE LA ENFERMEDAD MENTAL DE DON QUIJOTE
(El tercer libro catártico y el cuarto libro religioso) “Las Epístolas y Evangelios por todo el año con s
us doctrinas y sermones"
Cuando el don Quijote de Avellaneda llega a su pueblo como un loco de atar en una gabia, sus allegados tratan de curar o al menos mitigar su locura con alimentos apropiados, aparte de atarlo con unas “muy gruesas cadenas”. El cura y el barbero tratan además de conseguir una “catarsis” o expulsión espontánea o provocada de sustancias nocivas al organismo, mediante la lectura y relectura de algunos libros de oración y devotos que producirían esta “catarsis” de su locura- producida por los perniciosos libros de caballerías De esos libros catárticos causantes de la Purificación, liberación o transformación interior suscitadas por una experiencia vital profunda- utilizados como terapéutica de la locura para el don Quijote de Avellanadino que era un loco de atar el cuarto sería “Las Epístolas y Evangelios por todo el año con sus doctrinas y sermones que tuvo numerosas ediciones desde 1512 0 en diversas ciudades de España y de Europa (Toledo, 1512 / Toledo, 1532 / Toledo: Juan de Villaquirán y Juan de Ayala, 1535 / Toledo, 1549 / Sevilla: Juan Varela, 1526 / Sevilla: Juan Cromberger, 1536 / Sevilla, 1543 / Amberes, 1538 / Amberes, 1542 / Amberes, 1544 / Amberes, 1550 / Amberes, 1558 / Zaragoza, 1550 / Zaragoza, 1555 etc.)
La edición de 1608 es la que probablemente maneja Avellaneda , y nos traslada a la emoción de saber que fue manejada por Avellaneda en 1608, tiempo por el que estaba componiendo su Quijote como cura más o menos virtuoso retirado en una pequeña iglesia de pueblo (de un pequeño pueblo aragonés)
Este libro es de manejo casi exclusivo de curas de pueblo que componen una breve biblioteca, y el clérigo Avellaneda considera que leyendo estos libros el loco aragonés lograría la curación de su enfermedad : la enfermedad (moral)
Este es el ejemplar -placer para un bibliófilo- que pudo tener en sus manos Alonso Fernández como tuvo el Flos Santorun y que por lo tanto nos hace ver-no imaginar- a un Avellaneda real y no fingido ni oculto, sino un cura de pueblo culto y retirado en el estudio que ha manejado este libro todos los días. Que lo ha leído y releído, que lo posee en su biblioteca, y al que le confiere virtudes curativas.
Es la contraposición de los libros de caballerías que Avellaneda nos quiere dar a conocer como materia intelectual de curación de las manías librescas

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