11/21/2013

MI VIEJO DYANE-6 HA RESUCITADO


MI VIEJO DYANE-6  HA RESUCITADO

Corrían los años 70 .Franco vivía, si no recuerdo mal. Yo era un joven médico de pueblo con apenas 30 años de edad. Estaba destinado en el pueblo de Lijar (Almería) .Las carreteras estaban sin asfaltar y los avisos domiciliarios que  se llevaban a cabo las 24 horas al día de los 365 días del año eran numerosos. Mi Dyane-6 iba de pueblo en pueblo (yo atendía en ocasiones a Lijar, Chercos, Alcudia, Tahal, Benitagla y Cóbdar) .Salía con mi Citroen varias veces al día y muchas a la semana, de noche y de día. Las gentes que me esperaban en los consultorios rurales conocían su característico sonido.
Mi  Dyane-6 en el año de 1979 en el Cerro de Montagut
PANORÁMICA  DE LA SIERRA DE LOS FILABRES.
A los dos o tres años, debido a la mala vida que le di, la salud de mi coche se resintió.Las averías eran frecuentes. Ya no podía más el pobre. Y hacia el año 1984 (¡Hace 31 años!) lo tuve que abandonar comprando otro coche nuevo.
Mi querido Dyane-6 murió  en un cortijo con solo seis o siete anos de vida, abandonado. Fue desapareciendo poco a poco por piezas, en cuestión de menos de dos meses.
 La muerte de aquel coche la sentí con un sentimiento parecido al que se siente cuando se nos muere un perro que ha estado muchos años con nosotros. 
Durante estos casi cuarenta años me he acordado alguna que otra vez de mi Citroen pensado a veces en mi juventud .En alguna conversación familiar o con amigos salieron mis tiempos de médico rural con mi Dyane -6.
Nostalgia.. 

Pero mira que ahora MI COCHE HA RESUCITADO.
La DGT me informa que mi Dyana 6 matriculado en 1978 (¡hace 35 anos!) no ha pasado la ITV y no tiene el seguro obligatorio y esta domiciliado en el domicilio donde vivo actualmente y al que vine a vivir en 1986 (dos o tres años después de la muerte del Diane -6)
Señora DGT: tengo sesenta y siete años y me seria muy grato poder saber donde esta mi querido Diane-6 para asegurarlo y pasarle la ITV y seguir viendo enfermos montado en su sencilla mecánica. Desde luego en mi domicilio no lo encuentro.Eso quisiera yo. Devuelvanmelo.

(Les recuerdo que cuando mi Citroen murió y vivió, Franco estaba recién muerto, no existía la ITV y creo que ni siquiera el Seguro Obligatorio era tan obligatorio)









2 comentarios:

  1. Recuerdo yo aquel Dyane 6.¡Vaya que si lo recuerdo!. Recuerdo verlo aparacado allí, en la "Casa del Médico" en Líjar. Así como le recuerdo a usted, desde que tengo uso de razón: incluso hoy, cuando paso por aquella puerta que un día fue "el médico" puedo oler el alcohol (aunque ya no se usen esas dependencias para estos menesteres), el sonido del metal de aquellas bandejas metálicas que usaba, aquellas jeringas de cristal (fíjate, hace treinta y tantos años y ahora piensan que lo del reciclaje y el consumo responsable es algo nuevo), el sonido del vidrio contra su anillo mientras agitaba los pequeños inyectables, el sabor de aquellos jarabes, y como no: "la pantalla". Aquel aparato, supongo de rayos X, en el que tenía que entrar mi madre por mi temor a la oscuridad.

    Hoy en día, en plena vorágine de recortes es imposible no recordar con nostalgia el factor humano del médico y la cercanía con el paciente de otros tiempos, cuando el médico no estaba sometido a la limitación de tantos minutos por paciente o al corsé impuesto por la administración en la prescripción de fármacos o pruebas médicas. En detrimento de los avances médicos está el trato frío del paciente en los centros médicos, como un número más, lejos de aquellas consultas anexas a la casa del médico, que eran una extensión más de su hábitat natural.

    Imagino que el papel de médico rural de aquellos entonces es lo que Hipócrates debió pensar que debía ser esta profesión y de lo que se hubiese sentido muy orgulloso: personas dedicadas en cuerpo y alma a esa noble profesión, con escasos recursos, sin horarios, con mucha voluntad y más humanidad. Los que un día fuimos sus vecinos también estamos orgullosos de usted y del trato que nos dio.

    Reciba un cordial saludo y un caluroso abrazo de un lijereño.

    Por cierto, su Dyane 6 no ha resucitado porque nunca murió. Mientras exista Líjar estará aparcado allí, junto al olivo, en nuestra memoria.

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  2. De verdad,que tu comentario me ha emocionado.Mi espíritu sigue siendo el mismo que en aquel entonces.Dedicaré mi próximo libro que sobre este pueblo estoy escribiendo a la gente de Líjar.
    a los que siempre he querido y recordado vivos y muertos, en agradecimiento a la acogida que me mostraron y al cariño con que y me despidieron y al profundo afecto que me depararon durante mi estancia como médico en ese pueblo durante los años de 1974 a 1980.
    Un día apareceré con mi Dyane -6 y mi viejo maletín a pasarr aquella consulta tan maravillosa a la que tanto recuerdo...
    MUCHAS GRACIAS

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