12/28/2007

MEDICINA POPULAR EN ALMERIA


MEDICINA POPULAR EN ALMERÍA(Próxima aparición)

12/15/2007

garcia ramos medico: Mi perfil

garcia ramos medico: Mi perfil

Don José Acosta y Casquet


JOSÉ ACOSTA Y CASQUET(1849-1908.)JOSE ACOSTA CASQUET

Médico Titular de Fines (Almería).
Nació en Antas (Almería) en 1849. Hijo de don Juan Acosta, natural de Olula del Río, y doña María Casquet. Quedó huérfano a los cuatro años y se educó bajo la tutela de un tío suyo, médico militar.
Estudió Medicina en Madrid donde lo pasó mal económicamente. Se dice se ayudaba presentándose a los exámenes por otros estudiantes compañeros y que en una ocasión llegó a ganar hasta 1.000 Pts. –una fortuna por entonces— por presentarse por otro alumno a un examen.
Era médico titular en Fines en 1882 y lo fue hasta su muerte en 1908, ejerció pues 36 años en Fines.
Era versado en Oftalmología llegando a adquirir gran fama como oculista en toda la zona del Almanzora.
Estaba casado con doña Eloisa Ramos Villarreal, hija única de Don Robustiano Ramos García y de Doña Maria del Pilar Villarreal Afán de Ribera, esta última viva y viuda en 1898, fecha en que doña María vivía con el matrimonio. Vivian el la calle Real de Fines, en una casa de dos pisos de 250 metros cuadrados cada uno comprada en 1883 por D. Robustiano, su suegro. Tuvo un hijo, José, y tres hijas: María (mi abuela), Mª Pilar y Maria Antonia. Cuentan que al amanecer antes de salir el sol las levantaba a todas diciendo: “Niñas, levantaos que ya está el ruiseñor cantando en la verde enramada”, lo que no era muy bien acogido por las muchachas que contestaban de forma intespectiva.
En 1885 a mediados de Julio, un muchacho procedente de Mula cae enfermo de cólera en Fines a donde había venido a ver a unos familiares, muriendo a las pocas horas. Unos parientes suyos que salieron de Cantoria a acompañar el entierro cayeron víctimas de la epidemia al regresar a su pueblo. Hacia el día 20 de julio comenzaron las epidemias de Arboleas, Olula del Rio, Zurgena, Tíjola y los alrededores de Cuevas de Almanzora. El foco de Fines es el primero de toda la provincia de Almería y uno de los primeros de Andalucía Oriental. Esta epidemia se extendió aguas abajo del río Almanzora, hasta Zurgena, donde llegó el 24 de julio. Don Pepe Acosta hizo frente con sus escasos medios y de manera abnegada a tal desastre sanitario. A últimos de Julio la epidemia se extiende aún más río arriba hasta Tíjola y por abajo hasta Cuevas de Vera.
Titular de Cantoria en agosto de 1885, en este momento es sustituido en ésta villa por Don Trinidad Fernández Sánchez, pues Don José “queda retenido en Fines, lugar de su residencia, por desgracias ocurridas en su familia por causas de la epidemia colérica”[1].
Destaca de este médico (bisabuelo del autor de este trabajo) aparte de su meritoria labor diaria, su caballerosidad, su gran sentido humanitario y su hombría de bien. Siendo especialista destacado en enfermedades de los ojos, efectuó numerosas curaciones e intervenciones de los ojos con lo que se granjeó fama de Oculista por toda la comarca, recibiendo enfermos hasta de las provincias limítrofes de cuyos pueblos venían hasta Fines a ser curados, no cobrando nada a la mayoría, que eran pobres. Fue hombre austero, ejemplar y humanitario, algo mujeriego,de ideología liberal y librepensador. Como ateo y librepensador se cuenta de él la anécdota que pasando la procesión de Semana Santa el Viernes Santo bajo los balcones de su casa, él salía al balcón con un pedazo de pan y embutido que merendaba observando el paso de la procesión.




Partida literal de bautismo:.

“Nació el 8 de diciembre de 1849, siendo bautizado en la Iglesia de Santa María de Antas, el 10 de Enero de 1850 con el nombre de José Antonio, hijo de Manuel Acosta de Haro , natural de Olula del Rio y de María Casquet Barranco, natural de Antas. Su abuelo paterno fue José Manuel Acosta (no consta naturaleza ) y María Josefa de Haro, natural de Olula del Rio. Abuelos maternos: Juan José Casquet, natural de Antas y Concepción Barranco, natural de Antas-Padrinos: Juan Casquet Barranco (tio materno) y la abuela paterna. Ministro: D. José Márquez”.

Partida de Defunción:

“En la villa de Fines a las diecisiete horas del día veinticuatro de Diciembre de mil novecientos ocho, ante D. Francisco Ramos Tapia, juez municipal y Don José Villarreal Afán de Ribera, secretario, compareció Don Eloy Ramos Ramos, con su célula persona nº. natural de esta villa, mayor de edad, estado civil casado, propietario, domiciliado en la calle Real nº 2, manifestando en calidad de yerno que Don JOSÉ ACOSTA CASQUET, natural de Antas, provincia de Almería , edad de cincuenta y nueve años, Médico Titular, y domiciliado en la calle Real número dos. FALLECIÓ a las dieciséis horas del día de hoy en su domicilio a consecuencia de cirrosis de Laenec, según certificación facultativa que presenta para obtener la correspondiente licencia de enterramiento.-En vista de esta manifestación..





[1] La Crónica Meridional

garcia ramos : EL SURESTE ARGÁRICO

garcia ramos medico: EL SURESTE ARGÁRICO

garcia ramos : El onagro argárico

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garcia ramos medico: medicina cristiana

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garcia ramos medico: LA SOPORTABLE LEVEDAD DE SER

garcia ramos medico: LA SOPORTABLE LEVEDAD DE SER

garcia ramos medico: MEDICINA NEOHIPOCRÁTICA


EL SURESTE ARGÁRICO

EL SURESTE ARGÁRICO
(La Voz De Almería,15 de diciembre de 2007)

José Antonio García Ramos
Médico

Una de las sociedades más importantes del la antigüedad del Mediterráneo Occidental, tuvo sus inicios en el Sureste de la Península Ibérica y más concretamente en los ríos Antas y Almanzora.http://albox.mforos.com/1042762/5174312-proponen-que-la-cultura-argarica-sea-bien-del-patrimonio-de-la-humanidad/ Durante su existencia, a lo largo del segundo milenio a.C., ésta cultura, que ejerció un impacto asombroso en el resto de las culturas peninsulares, es deudora de ser objeto de estudio y sobre todo de conservación. Hemos de cuidarla para como proponen algunos ayuntamientos pueda ser declarada Patrimonio de la Humanidad. Se trata de la Cultura Argárica. O de la “civilización argariense” que diría Siret. En este mundo tienen cabida rasgos generales de prosperidad que constituyen signos de civilización: avances técnicos y económicos: agricultura, ganadería, metalurgia, artesanía y desarrollo de un poblamiento del territorio planificado. De entre todas las facetas de esta inconmensurable cultura, podría elegirse cierto intento de investigar las conductas para prevenir la muerte y fomentar la salud en evitación de la enfermedad. Y a través de los enterramientos y hallazgos arqueológicos (material inagotable para conocer la vida de esta cultura) intentarse conocer los valores espirituales de su idiosincrasia mediterránea. Tras este análisis podríamos colegir que pudo haber una “Medicina Argárica” hipotéticamente definida como: “la forma necesaria que tuvieron el hombre y la mujer argáricos de enfrentarse a la enfermedad y a la muerte, mediante la imbricación entre el empleo de una sabiduría ancestral y empírica que surge con el uso de los materiales de subsistencia , con otra sabiduría mágica y reciente que procede de los ritos de la muerte. Esta forma empírico-creencial de medicina,, persiste (sin lugar a dudas) en el importante sustrato material y porque no: espiritual (en definitiva cultural) de la Medicina Popular de Almería, que se mueve aún por algunos parámetros de conducta muy similares a los de entonces.

11/08/2007

Medicina argárica


MEDICINA ARGARICA

Se podría realizar desde una perspectiva distinta a lo meramente paleopatológico, una revisión conceptual o aproximación “teorética” al conocimiento o a la definición de la medicina en la Cultura del Argar, un espacio cultural de los más importantes del Mediterráneo Occidental que tuvo su desarrollo en el Sureste de la Península Ibérica a lo largo del segundo milenio a.C.

Como era la medicina Argárica?
Estudiar la “medicina Argárica” sería un objetivo “en puridad imposible” porque no existió tal cosa, al menos como la concebimos desde San Isidoro de Sevilla definida como “el arte de proteger y restaurar la salud del cuerpo” Pero ninguna cultura está exenta de tener medicina pues desde siempre el hombre se ha preocupado de evitar y recuperar la salud. Esto significa que cada distinta cultura tiene medicina y medicina distinta. De ésta (la Argárica) concretamente, nunca se ha hablado.
Para entender el comportamiento de aquellos hipotéticos enfermos, es indispensable conocer las “premisas básicas de su interacción social”.
Tras la consulta de una abundante bibliografía sobre lo argárico, base del estudio de los hallazgos arqueológicos, y el conocimiento “in situ” de los yacimientos donde se nos retrotrae a este ámbito misterioso y lejano, analizo desde la Antropología Médica tres aspectos fundamentales que han de conformar el conocimiento teórico de aquella medicina: ritos de la muerte, estratificación social y medios materiales de subsistencia.
La “arqueología de la muerte” nos informa sobre la mortalidad infantil (55%), esperanza de vida (20 años), patología y rasgos antropológicos de estas poblaciones
El simbolismo de los rituales de la muerte primordial en esta cultura, asegura la existencia de una religión, en contra de los partidarios del materialismo histórico que proponen que tales ritos solo tienen significación social. La existencia de una religión hace pensar de inmediato en su aplicación a la medicina. Así ha ocurrido en todas las culturas primitivas, arcaicas y populares. En el ritual de enterramiento se advierte una estratificación social y una diferenciación en la forma de enfermar. Los más ricos se alimentan mejor, trabajan menos, enferman menos, viven más tiempo, son mas altos y fuertes y sus niños mueren menos.
En el Argar se constata una organización en forma de Estado que ha de asegurar la fuerza física de sus miembros, garantizar su capacidad de trabajo y la defensa militar.... Alguien hubo de especializarse en luchar contra la enfermedad, pudo ser un miembro de la clase dirigente, por no pensar en un sacerdote que vive en la acrópolis y dirige también los rituales de la muerte, el embalsamamiento o la mortaja, selecciona los ungüentos, las plantas, los alimentos y los perfumes que acompañan al muerto hacia la otra vida y ordena en la tumbas los instrumentos de prestigio que diferencian su status social En la cima de estos grandes asentamientos reside la clase dominante quien también dispone de ciertos instrumentos materiales metálicos, líticos o de hueso entre los que ha de encontrarse necesariamente el más o menos primitivo instrumental quirúrgico necesario para contener una hemorragia, curar una herida, inmovilizar una fractura, evacuar el pus o castrar cerdos y bueyes.
Se cura y previene con lo que se encuentra en el ecosistema (plantas medicinales) y con lo procedente de las actividades económicas principales: la agricultura y ganadería por un lado y la minería y metalurgia por otro.
…………………………………………………………………………………………..
Tras este análisis entendimos que había medicina y. pudo haber “Medicina Argárica” hipotéticamente definida como la forma necesaria que tuvo el hombre argárico de enfrentarse a la enfermedad y a la muerte, mediante la imbricación entre el empleo de una sabiduría ancestral y empírica que surge con el uso de los materiales de subsistencia , con otra sabiduría mágica, distinta y reciente que procede de los ritos de la muerte.
Esta forma empírico-creencial de medicina distinta persiste (sin lugar a dudas) en el importante sustrato fundamentalmente material y porque no espiritual (en definitiva cultural) de la Medicina Popular de Almería, que se mueve aún y en el fondo, por unos parámetros de conducta algo o muy similares a los de entonces.

LA SOPORTABLE LEVEDAD DE SER

LA “SOPORTABLE” LEVEDAD DE SER

José Antonio García Ramos
Médico

Existen personas que ante los obstáculos que proporciona la vida, unos más graves y otros menos importantes, resurgen una y otra vez de sus cenizas. Como el ave Fénix.
Otras no se levantan ni ante el mas leve tropiezo.

Resulta impensable como dicen las estadísticas, que existan en España seis o siete millones de seres deprimidos. No tanto sería , si observamos que es cierto se mitifica o se trata de inventar una patología inexistente: como el síndrome de Ulises, la depresión posparto, el síndrome posvacacional (veraniego y navideño),el síndrome del nido vacío, la depresión posjubilación, la vigorexia la ortorexia ..y otros por el estilo, con lo que las estadísticas darían un número aún mayor de enfermos mentales.
Alguien nos hace imaginar (aprovechándose de nuestra debilidad como seres
humanos) o trata de elevar a categoría sindrómica estos simples estados de
ánimo alrededor de los cuales se hace en el futuro girar la existencia de una persona hasta entonces con una calidad de vida aceptable. Esta persona ha pasado de ser un hombre o mujer normal a ser un enfermo crónico y angustiado al que de momento se colectiviza como “cliente” del sistema sanitario público. Incitados por los laboratorios farmacéuticos, los que así cavilan, fomentan el gran negocio de vendernos a cargo del erario público millones y millones de envases de antidepresivos y ansiolíticos. Y el caso es que los medios de comunicación son los primeros que pican...y así, por consiguiente todos picamos.

No debemos fomentar una sociedad psiquiatrizada...llena de miedos y de fobias, panhedonista, de pensamiento plano y entontecido con la prensa del corazón o con los programas televisivos tipo “basura”, cuando no “embrutecedores” y hasta con programas de información sanitaria, que la mayor parte de la gente no digiere por falta de cultura científica.

Levantémonos ante las adversidades como el Ave Fénix, resurgiendo de entre
nuestras cenizas una y otra vez cada día con una conducta higiografica, con una actitud positiva, con una voluntad espartana… o como sea.

No donemos todo el placer de ser felices a los pocos que solamente por vivir todos los días son felices.

Hagamos de éste modo más soportable la “levedad de ser..”