8/20/2015

ESTUDIO ANTROPOLÓGICO-MÉDICO DEL CULTIVO DE LA CEBADA EN LA CULTURA ARGÁRICA (PRINCIPIOS DE UN RESUMEN DEL EPÍGRAFE DE UN CAPITULO) DEL LIBRO EN PREPARACIÓN: “APROXIMACIÓN TEORÉTICA A LA MEDICINA EN LA CULTURA ARGÁRICA”


ESTUDIO  ANTROPOLÓGICO-MÉDICO  DEL CULTIVO DE  LA CEBADA EN LA CULTURA ARGÁRICA (PRINCIPIOS DE UN RESUMEN DEL EPÍGRAFE DE UN CAPITULO) DEL LIBRO EN PREPARACIÓN: “APROXIMACIÓN TEORÉTICA A LA MEDICINA EN LA CULTURA ARGÁRICA”

Tanto la cebada como el lino como el trigo se cultivaron el  territorio argárico desde la época neolítica .Cientos de trabajos y estudios sobre la cultura argárica (Fuente Álamo, Gatas, Peñalosa, Ayala etc.) encuentran abundante testimonio arqueológico de su cultivo, empleo y distribución.[1]. Se cultivaba en campos extensos de secano, Fácil de cultivar aun en terrenos pobres y en época de pocas precipitaciones Fue la principal fuente de alimentación de las gentes de la civilización  argárica, suponiendo una proporción de todo el alimento de la población calculada en más del 80% aun cuando La monótona alimentación a base de cebada podría conllevar a déficit  vitamínicos y proteicos (anemias y otras enfermedades) que aumentaban la mortalidad tanto infantil como adulta. Como la criba orbitaria originada por la anemia

La cebada ha jugado en el Argar “un papel económico elocuente” y un papel socio-cultural en tanto gran cantidad de este grano se transporta a los poblados de altura para tras ser molido o panificado se redistribuye entre los campesinos o para la  alimentación de los pastores o de los trabajadores de las minas o entre los que trabajan como artesanos en el poblado o fuera de él, que son explotados en el sentir de autores como Arteaga Chapman o Lull por la “clase dirigente” El cereal y en este caso la cebada tiene a parte de “la importancia política  que algunos de estos autores le confieren valores alimenticios, medicinales o nutritivos os  centros económicos y políticos argarienses se caracterizaron por reunir una importante cantidad de fuerza de trabajo que, en parte, procedía de aldeas en llano. En suma, en los  últimos siglos argáricos la población de las aldeas mantenía una relación de subordinación y dependencia respecto a al menos una parte de la de los enclaves en cerro para acceder a ciertos productos, como objetos metálicos o la harina.
Su cultivo y aprovechamiento conlleva: siembra, escarda, trasporte ,trilla molienda y panificación ,originan algunas patologías que ya veremos más adelante como entesopàtias en los miembros superiores de las mujeres principalmente en la labor de la molienda mano con molinos de piedra
Su harina se utilizaba para la alimentación infantil de forma de gachas con miel o con leche
Y en los adultos gachas y migas y pan
Se ha dicho “contundentemente” (Museo) que el 90% de la alimentación de la población agarical consistía en la cebada suplementada de algo de carne o leche
De ser así  esa monótona alimentación originaría cantidad de procesos de déficit de proteínas, de vitaminas (Raquitismo, anemias, demencias...).Yo creo que si como en épocas anteriores (siglos XVII- XX) y anteriores se comían en los cortijos “migas” en este caso “migas de cebada” estas habrían de acompañarse como en la nutrió logia almeriense del siglo XX de algunos caldos de hierbas, gazpachos, trozos de carne etc. Las plantas silvestres conocidas en los yacimientos agáricos (bledo, cerrajas, collejas, jaramagos, ajoporros, etc proporcionarían acompañamiento muy barato a las migas así como algunos frutos como uvas silvestres, higos ,para evitar la monotonía de esas papillas gachas o migas o serian acompañantes “engañifas” del pan de cebada

Elemento de poder y de coerción sobre las clases inferiores
Como hemos señalado, la estricta política de control en cada territorio político fue en detrimento del acceso generalizado a recursos líticos de calidad. Una de las implicaciones fue la dificultad por parte de algunos poblados para acceder a rocas idóneas para la producción del instrumental de molienda más eficiente. Ello condujo en esos lugares a la producción de harina bajo condiciones de plusvalía absoluta. Los últimos siglos de época argárica se caracterizan por un peso destacado del cultivo de cereales, entre los cuales destaca la cebada. Los análisis de las concentraciones de este cereal recuperadas en Gatas indican que el grano era transportado ya limpio desde las llanuras al poblado. El pequeño tamaño de las semillas, tal y como reconoció Stika entre los restos recuperados en Fuente Álamo durante la campaña de 1988, y el resultado de los análisis isotópicos de Carbono publicados por Araus y equipo en 1997 sobre semillas de distintos yacimientos, sugieren unas condiciones de crecimiento en régimen de secano, probablemente de carácter extensivo sobre los suelos de margas y gredas de las cuencas terciarias. En cambio, las legumbres y el lino debieron de cultivarse en los suelos más húmedos de las vegas gracias a la inundación natural o a sencillas infraestructuras de regadío

El grano de cebada se almacenaba en grandes vasijas cerámicas desde las que era redistribuida como excedente por quienes la almacenaban, a los que la producían que podían ser duramente castigados y hasta muertos por intentar robarla.

En cuanto a su empleo como elemento vegetal curativo en la Medicina popular actual del Territorio argárico" 
Dioscórides comenta que que la cebada hervida con hinojo y bebida aumenta la leche materna así como que incrementa la orina aunque también advierte que provoca ventosidades
  Es muy empleado un emplasto compuesto por harina de cebada, aceite y vinagre caliente, que se aplica sobre procesos inflamatorios, en especial mastitis. Tres elementos de la cultura mediterránea prehistórica: el cereal, el aceite y el vino de la vid “agreado”. (La triada mediterránea) Con raíz de zarza, hierba de la sangre, oreja lobo, mejorana, grama y cebada, jarabe para la tos (Albox, 1988) También se emplea una cataplasma de cebada y alcohol (Tahal), para las pulmonías.








[1] . De Fuente Álamo, por corresponder otras muestras al Bronce Tardío o a una mezcla de Bronce Medio y Tardío, sólo podemos individualizar Fuente Álamo III (Stika, 1988: 67-69), de comienzos del Bronce Medio. De ella contamos con 207efectivos, cebada vestida (68.8 %), cebada desnuda (8.7 %), trigo duro/candeal (6.77%), trigo compacto (1.93 %), escaña (0.48 %), esprilla (0.48 %), habas (0.48 %) y acebuche (0.48 %).de la Virgen, Cuenta del Negro).Y sigue siendo notable la presencia del acebuche (Fuente Álamo, El Argar, Gatas, Zapata, Ifre) y de semillas de uva (Gatas, Cerro Viñas, Cuesta del Negro) (Ayala, 1989: 8 y 1991: 436; Buikstra et alii, 1991: 216; Buschan, 1895; Buxó, 1990:39-40; Hopf, 1991: 403-404; López, 1980b; Rivera y Obón, 1991: 241-242; Stika