1/02/2010

TORVO FRAILE V


INTROITO

Esta breve antología está dedicada solo a aquellos pocos que entiendan lo de "Torvo Fraile"...su sentido trascendente, su importancia. Las aspiraciones a la vida dedicada a la búsqueda de la Verdad. Al asiduo estudio de la verdad divina por “esas mentes encanecidas sobre las mesas de estudio de las vetustas bibliotecas”.

Por eso la edición tan limitada de solo 10 ejemplares.http://www.lulu.com/es

http://www.lulu.com/author/content_revise.php?fCID=727082

En una sociedad decadente y afeminada, estas páginas sublimes de la literatura de todos los tiempos pueden sonar muy fuerte y hacernos pensar en detenernos ante la vertiginosa bazofia que llena a la sociedad postindustrial. Y al hombre hacia la autodestrucción.

Destinado solo a los que entiendan de huertos sagrados donde cultivar sueños de viñas monacales que produzcan dulcísimos vinos y néctares divinos de mil sabores que al beberlos, sus vapores exalten estados de beatitud y realización mística del espíritu.


 
FRAY LUIS DE LEÓNhttp://es.wikipedia.org/wiki/Fray_Luis_de_Le%C3%B3n


VIDA RETIRADA




CANCIÓN DE LA VIDA SOLITARIAhttp://www.palabravirtual.com/index.php?ir=ver_voz1.php&p=Fray%20Luis%20de%20Le%C3%B3n&t=Vida%20retirada%20(Oda%20I)&wid=1034





¡Qué descansada vida
la del que huye del mundanal rüido
y sigue la escondida
senda donde han ido
los pocos sabios que en el mundo han sido!
Que no le enturbia el pecho
de los soberbios grandes el estado
ni del dorado techo
se admira fabricado
del sabio moro, en jaspes sustentado.
No cura si la fama
canta con voz su nombre pregonera,
ni cura si encarama
la lengua lisonjera
lo que condena la verdad sincera.


¿Qué presta a mi contento
si soy del vano dedo señalado,
si en busca de éste viento
ando desalentado
con ansias vivas y mortal cuidado?


¡Oh campo, oh monte, oh rio!
¡Oh secreto seguro deleitoso!
Roto casi el navío
a vuestro almo reposo  
huyo de aqueste mar tempestuoso.


Un no rompido sueño,
un dia puro, alegre, libre quiero;
no quiero ver el ceño
vanamente severo
de quien la sangre ensalza o el dinero.
Despiértenme las aves
con su cantar suave no aprendido
 no los cuidados graves
de que es siempre seguido
quien al ajeno arbitrio está atenido.


Vivir quiero conmigo,
gozar quiero el bien que debo al cielo,
a solas, sin testigo,
libre de amor, de celo,
de odio, de esperanza, de recelo.
Del monte en la ladera
por mi mano plantado tengo un huerto,
que con la primavera
de bella flor cubierto
ya muestra en esperanza fruto cierto.
y como codiciosa
de ver y acrecentar su hermosura,
desde la cumbre airosa
una fontana pura
hasta llegar corriendo se apresura.
Y luego sosegada,
el paso entre los árboles torciendo,
el suelo de pasada
de verdura vistiendo,
y con diversas flores va esparciendo.
El aire el huerto orea,
y ofrece mil olores al sentido,
los árboles menea
con un manso ruido
que al oro y al cetro pone olvido.
Ténganse su tesoro
los que de un flaco leño se confian;
no es mio ver el lloro
de los que desconfían
cuando el cierzo y el ábrego porfían.
La combatida antena
cruje, y en ciega noche el claro día
se torna al cielo, suena
confusa vocería,
y la mar enriquecen a porfía.
A mí, una pobrecilla
mesa, de amable paz bien abastada,
me baste, y la baxilla,
de fino oro labrada
sean de quien la mar no teme airada.
Y mientras miserable-
mente se están los otros abrasando
en sed insaciable
del no durable mando,
tendido yo a la sombra esté cantando.
A la sombra tendido,
de yedra y lauro eterno coronado,
puesto el atento oido
al son dulce acordado
el plectro sabiamente meneado.







ODA XIV - AL APARTAMIENTO

¡Oh ya seguro puerto
de mi tan luengo error! ¡oh deseado
para reparo cierto
del grave mal pasado!
¡reposo dulce, alegre, reposado!;
techo pajizo, adonde
jamás hizo morada el enemigo
cuidado, ni se asconde
invidia en rostro amigo,
ni voz perjura, ni mortal testigo;
sierra que vas al cielo
altísima, y que gozas del sosiego
que no conoce el suelo,
adonde el vulgo ciego
ama el morir, ardiendo en vivo fuego:
recíbeme en tu cumbre,
recíbeme, que huyo perseguido
la errada muchedumbre,
el trabajar perdido,
la falsa paz, el mal no merecido;
y do está más sereno
el aire me coloca, mientras curo
los daños del veneno
que bebí mal seguro,
mientras el mancillado pecho apuro;
mientras que poco a poco
borro de la memoria cuanto impreso
dejó allí el vivir loco
por todo su proceso
vario entre gozo vano y caso avieso.


En ti, casi desnudo
deste corporal velo, y de la asida
costumbre roto el ñudo,
traspasaré la vida
en gozo, en paz, en luz no corrompida;
de ti, en el mar sujeto
con lástima los ojos inclinando,
contemplaré el aprieto
del miserable bando,
que las saladas ondas va cortando:
el uno, que surgía
alegre ya en el puerto, salteado
de bravo soplo, guía,
apenas el navío desarmado;
el otro en la encubierta
peña rompe la nave, que al momento
el hondo pide abierta;
al otro calma el viento;
otro en las bajas Sirtes hace asiento;
a otros roba el claro
día, y el corazón, el aguacero;
ofrecen al avaro
Neptuno su dinero;
otro nadando huye el morir fiero.
Esfuerza, opón el pecho,
mas ¿cómo será parte un afligido
que va, el leño deshecho,
de flaca tabla asido,
contra un abismo inmenso embravecido?


¡Ay, otra vez y ciento
otras seguro puerto deseado!
no me falte tu asiento,
y falte cuanto amado,
cuanto del ciego error es cudiciado.

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