4/17/2014

VIGENCIA DE LA MEDICINA NEOHIPOCRÁTICA

VIGENCIA DE LA MEDICINA NEOHIPOCRÁTICA


“Una actitud comprensiva por parte del médico que abarque todos los aspectos biopsicosociales de la persona enferma, una explicación detallada de algunos aspectos clínicos de la enfermedad del paciente etc...son armas que posee el médico para favorecer una cálida relación médico-enfermo capaz de liquidar la ansiedad reactiva a la enfermedad” (F.A.Domdie)

“La medicina es el arte de proteger y restaurar la salud del cuerpo” (San Isidoro de Sevilla)http://www.authorstream.com/Presentation/tang83-213650-padres-de-la-iglesia-san-isidoro-sevi-sevilla-entertainment-ppt-powerpoint/

La medicina neohipocrática concibe la enfermedad como un proceso natural y a la terapéutica como un procedimiento para ayudar a la naturaleza a la curación de los enfermos.

El médico es el director de la sustancia y de la fuerza curadora que la naturaleza tiene.

El médico es solo un servidor de la naturaleza a través de su arte.

A quien en equilibrio de la naturaleza llegue a darle igual morir que curarse, será un hombre feliz. Parece ser que dijo Dostoiewski.

Siguiendo a Palafox, pienso que hace falta una “patofisiología congruente” con una terapéutica racional y natural y una ética cultural de la población que tienda a cuidar al que no tenga cura, pero no a hacerle aspirar a no morir nunca, o pretender la inmortalidad a la que ningún hombre tiene derecho, aspirar solo al hedonismo total de querer vivir sin el más mínimo dolor o molestia…

La medicina neohipocrática ha rechazado siempre y lo hace hoy con la máxima energía, los procedimientos para causar la muerte. Por lo tanto rechaza tanto el aborto como la eutanasia. La Naturaleza es sabia. La naturaleza hay que dejarla actuar. Lo dice Hipócrates”A nadie le daré una droga mortal aunque fuese pedida” (Juramento hipocrático).La naturaleza bien instruida por sí misma, hace sin aprendizaje lo que debe hacer (Pronósticos de Hipócrates) aunque esto que la naturaleza “debe hacer” sea en ocasiones misteriosa y terriblemente conllevar a la muerte del enfermo, añade Laín Entralgo.

Sobre el aborto, otra vez Hipócrates se pronuncia rotundamente en su juramento “no daré a ninguna mujer pesarios y abortivos; mantendré así mi vida y mi arte alejado de la culpa”

La colectivización, la “programación” la “protocolización” del hombre individual sagrado, para convertirlo en un “borrego colectivo” van en contra de una “antropología racional en que destacan la naturaleza y la peculiaridad de cada hombre”.El viejo axioma letamendiano de “no hay enfermedades sino enfermos” continúa vigente.

Siempre quedará una “iglesia invisible de verdaderos médicos que permanecen fieles a la naturaleza animados por el espíritu de la vocación, pensando todos lo mismo y que siempre nos comprenderemos pese a la confusión de las lenguas” en el complejísimo mundo actual.

Tal como está muriendo la religión, están muriendo los fundamentos ancestrales y humanísticos de la medicina. Aquellos que pretenden matar el Evangelio, mucho antes matarán o han matado ya al juramento hipocrático.
Sobre ellos caerá la maldición hipocrática

“Si observo con fidelidad mi juramento, séame concedido ganar felizmente mi vida y mi profesión, honrado siempre entre los hombres; si lo quebranto y soy perjuro, caiga sobre mí la suerte contraria” (Juramento hipocrático)

No hay comentarios:

Publicar un comentario