2/02/2016

LA BIBLIOTECA DE AVELLANEDA Breve epígrafe del libro en preparación EL CABALLER0 DE LOS TRABAJOS. Hacia la identidad de Alonso Fernandez de Avellaneda

LA BIBLIOTECA DE AVELLANEDA
Breve epígrafe del libro en preparación  EL CABALLER0 DE LOS TRABAJOS. Hacia la identidad de Alonso Fernandez de Avellaneda

Repetimos  que la biblioteca personal de un hombre es su retrato vital.Por esa misma regla, la incógnita personalidad  del autor del Quijote de Avellaneda podría dilucidarse a través del conocimiento de su biblioteca.
La biblioteca de Avellaneda podría colegirse a través de la única obra conocida del autor. Pero si no es así si es un ejercicio intelectual poder saber los libros que Avellaneda emplea para su obra o al menos menciona en la misma.
Sin salir del Capítulo I de su obra mencionaremos un 5º libro

Las horas de nuestra señora segun la orden romana [Zaragoza] : Pedro Bernuz y Bartolome de Nagera, 1547 R/40718. De clara tradición manuscrita, los libros de horas comienzan a imprimirse nada más inventarse la imprenta. Este ejemplar es uno de los pocos ejemplos de libro de horas que se conservan en lengua vernácula debido a la prohibición del Concilio de Trento de traducciones para las Sagradas Escrituras. Pero Avelleneda se atreve a proponerlo  como libro de cabecera de su don Quijote, como si como clérigo que tal vez era-clérigo influyente de la talla del confesor del rey Fray Luis de Aliaga-propuesto como autor del pseudo quijote- no mostrara ningún miedo a proponer la lectura de este libro como defensor (Aliaga) de la orden dominicana fervorosa devota  de la Virgen y del Rosario

 “El Libro de Horas representó en su momento una nueva fórmula de religiosidad, que permitía una participación más directa de los fieles en la oración, ayudados por su Libro de Horas. Por ello ha sido llamado el «breviario de los laicos» 27 ya que proporcionaba a estos una ayuda, textual 25 y en imágenes 29, para sus devociones más frecuentes. El Libro de Horas en general parece revelador de los nuevos modos de oración de la Baja Edad Media, oración mental más que oral, oración individual que quizá preludie la «devotio moderna» ~o. Litúrgicamente el Libro de Horas gozaba de gran libertad textual y en numerosos ejemplares de nuestro país se conservan tachaduras y enmiendas del Santo Oficio que eliminaban fragmentos susceptibles de herejías o supersticiones” dado que se usaba en exorcismos y para curar enfermedades


NOTA.-

Su vinculación al mundo de la Orden de los dominicos-a la que según algunos estudiosos –perteneció Avellaneda, la vemos en el siguiente párrafo.

“En la hoja final del sector londinense 82 se lee una nota fechada en Toledo en el año 1584 que dice así: «Yo Fray Cristóbal de Estrada, de la orden de Sto. Domingo vi estas horas por comisión y mandado de los señores inquisidores de Llerena y declaro que no contienen herejía ni error alguno ni otra cosa prohibida, sino que son católicas, pías y devotas y se pueden y deben tener y leer. En fe de lo cual lo firmo de mi nombre en ciudad de Toledo a nueve de julio de 1584»


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