11/06/2009

TORVO FRAILE III





AMADO NERVOhttp://amediavoz.com/nervo.htm
http://heron5.tripod.com/nervo.htmhttp://sic.conaculta.gob.mx/ficha.php?table=museo&table_id=271&estado_id=18


A RANCÉ REFORMADOR DE LA TRAPA
Escritor ascético francés, abad y reformador de la Trapa, Verdadero buscador de Dios. Nació en París en 1626 y murió en Soligy-la-Trappe en 1700.A los once años era ya canónigo de la Catedral de París y abad de la Trapa, cuyos beneficios le rendían unos 15.000 libras. Desde una edad muy temprana dio muestras de un extraordinario talento. A los 12 años publicó una edición de Anacreonte. con notas en griego. En 1651(con 25 años) fue ordenado sacerdote. A pesar de ello llevaba una vida de placeres mundanos gastando la enorme fortuna que heredó de su padre. Tras una vida escandalosa, y tal vez por la muerte de Madamme de Montbazón, a quien amaba, se retiró a la Trapa, renunciando a todos sus beneficios Se dedicó a meditar sobre la vanidad de la vida y a reformar con tesón la orden, con la intención de obserbar estrictamente las reglas del antiguo Cister, más allá de la regla Común de San Benito y hasta de la Estrecha Observancia del Cister: abstinencia de carne, más silencio, más clausura. Su separación del mundo fué completa. Escribió muchas obras de espiritualidad. Al final de su vida, renunció a ser abad, viviendo como simple religioso. Su restos se guardan en la Gran Trapa. Entre sus obras destacan la llamada: Traité de la saninteté des devoirs de l`état monastique (1683).

(1626-1700)


Es preciso que tornes de la esfera sombría
con los flavos destellos de la luna, que escapa,
cual la momia de un mundo, de la azul lejanía;
Es preciso que tornes y te vuelvas mi guía
y me des un refugio,¡por piedad!, en la Trapa.


Si lo mandas, ¡oh padre!, si tu regla lo ordena,
cavaré por mi mano mi sepulcro en el huerto,
y al amparo infinito de la noche serena
vagaré por sus bordes como el ánima en pena,
mientras lloran los bronces con un toque de muerto..


La  leyenda refiere que tu triste mirada
extinguía los duelos y las ansias serenas,
y yo guardo aquí dentro, como en urna cerrada,
desconsuelos muy hondos, mucha hiel concentrada,,
y la fiera nostalgia que tocó a los poetas...


Viviré de silencio --el silencio es la plática
con Jesús, escribiste : tal mi plática sea --,
y mezclado a tus frailes, con su turba hierática
gemirá De profundis la voz seca y asmática
que fue verbo: ese verbo que subyuga y flamea.


¡Ven, abad incurable, gran asceta, yo quiero
anegar mis pupilas en las tuyas de acero,
aspirar el efluvio misterioso que escapa
de tus miembros exangües, de tu rostro severo,
y sufrir el contagio de la paz de la Trapa!.
RANCÉ

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