¿ES LA ATENCIÓN PRIMARIA EN ESPAÑA UNA “MEDICINA BLANDA (LIGHT)”?
“El fundamento de la medicina antropológica es el tiempo, la parsimonia. Esto ha desaparecido. La medicina socializada de hoy, forzando a los médicos a consagrar pocos minutos a cada enfermo, no escamotea la realidad más interesante y más profunda de la clínica”
Se han convertido en el siglo XXI, algunos “Centros de Salud” y las llamadas “Unidades de Gestión Clínica” en algo parecido a factorías soviéticas o empresas de servicios con una filosofía que pretende aspirar al “éxito de la industria japonesa de las últimas décadas”.
Se les llama también “Unidades de gestión” que se convierten en laboratorios de “riesgo médico” o en unidades que no hacen más que medicina banal o generan ese “riesgo médico”, que sería “el efecto que la propia medicina tendría por su propia causa, a expensas de buscar efectos positivos, consecuencias negativas y nocivas”. El riesgo médico antes, concernía únicamente al individuo...
En estos centros de salud, inspirados en la medicina cubana, hay al menos ocho empleados que pueden actuar antes que el médico visite al enfermo. El enfermo va de allá para acá en torno a una burocracia la más de las veces innecesaria (la burocracia origina más burocracia o "burrocracia"o “gerentocracia”). La administración cuasi totalitaria, se preocupa más por la llamada “calidad de servicios” que del mal y de la angustia del enfermo; enfermo que acude a un médico que actúa con prisa o falta de tiempo y que omite hacer una anamnesia seriada y profunda o una exploración física exhaustiva. Primera causa de la malpraxis. No existe la competencia leal entre los profesionales que solo desean ser como el de al lado, aunque este sea un incompetente. No hay estímulos para que sean mejores. Todos son igualados pero hacia abajo.
La sanidad es un monopolio estatal que gasta mucho más que lo necesario por culpa de la prisa..Los ahora llamados “proveedores de servicios” (médicos y enfermeros) están o le hacen estar preocupados por la llamada”calidad de servicios”cuando la calidad es inherente al arte médico pues como todo arte, incluye “per se” la calidad. Es un modelo lleno de "clases pasivas del sistema que vigilan y controlan a los demás y luego así mismos en una espiral interminable".Los gestores de hoy, por un desprecio positivoide o más bien por una ignorancia de nuestra verdadera historia (la Historia de la Medicina) “redescubren” el concepto de “calidad” aplicada a la medicina a partir de un lenguaje lleno de términos vacuos.
Quieren resucitar la “calidad” los mismos que han matado con sus criterios, materialistas y economicistas, el eximio “arte de curar”
Esta terminología está llena de consignas del proletariado o fascistoides, que intentan convertir a los médicos servidores del eximio “arte de curar”, en obreros domesticados. Consignas dadas o formuladas por los llamados “cargos intermedios”. Estos “comisarios políticos” o “jefes de escuadra”del partido de turno, y así lo piensa Bagán Mezquita “implantados por la manipulable fórmula de la designación digital (a dedo) que trasforma al gestor en “Director/Comisario Político en cada uno de los centros de salud”—se comportan como el capataz de una mina o el encargado de una obra midiendo a todos los profesionales, sean del rango que sean: médicos, enfermeros, celadores, administrativos...por el mismo rasero. Y a veces obligan a los facultativos, titulados superiores con vocación y décadas de buen quehacer médico y honrado ejercicio, considerados por la sociedad (fuera de la factoría-oficina-cárcel o Centro de Salud) como hombres y mujeres de respeto, a practicar una “medicina de mercado” parecida al dar un servicio similar al de algunos restaurantes de comida rápida “comida basura-medicina-basura), donde lo primero sería el beneficio económico y no la solución de los problemas del enfermo, ahora mero “cliente” o “usuario” a cargo del “personal” del centro de salud o del hospital: “la empresa proveedora”.Efectivamente, consiguen modular el buen quehacer médico desviándolo de su verdadera esencia: el arte , “el arte de curar”.
Los gestores de una escala superior actúan como “comerciales” expertos en “marketing”que nada tienen que ver esencialmente con la realidad asistencial que a diario enfrentamos los médicos prácticos. Los he visto reírse de quien en una de sus reuniones borreguiles se les ocurrió decir que la medicina es un arte. Ellos, que solo tienen responsabilidades políticas y consignas dañinas para los enfermos, por economicistas. También los he visto y sufrido efectuándonos reiteradas “reuniones”coercitivas en las que se nos insta o se nos obliga a recetar siempre lo más barato. Son reuniones donde el más sereno se siente vilipendiado, humillado y falto de la más elemental dignidad.” Es necesario que los médicos "diseñen, definan y establezcan su propio estilo” El no ser así que lo sepan, se puede volver en su contra.
Hemos pasado los médicos de ser artistas, a pretender ser científicos, de ahí a “profesionales”cuando no “trabajadores de la salud” o a meros “recursos humanos”.Somos complacientes, sumisos y a veces rastreros (ocurre así cuando nos pegan, agreden y ahora NOS MATAN en las consultas (Doctora Eugenia en Caravaca)
Somos borregos laboriosos o idiotas laboriosos. El sistema trata de hacer un “médico ligth” que no cree problemas.Lo han conseguido?
Y lo triste de esto es que a corto plazo ya no tiene remedio
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